Este recorrido por el Cerro y la Dehesa de las Golondrinas nos invita a descubrir un paisaje sereno y lleno de encanto, ideal para quienes desean iniciarse en el senderismo. Rodeados de encinas y robles, caminaremos por senderos suaves que permiten disfrutar de la naturaleza en su estado más puro, sin prisas y con la calma que caracteriza a este entorno.
La Dehesa de las Golondrinas, con su vegetación autóctona y sus caminos llenos de historia, nos ofrece un refugio natural donde las aves y la fauna local encuentran su hogar. En cada paso, nos acompaña el susurro del viento entre las hojas y el paisaje se despliega ante nosotros, con vistas que conectan al visitante con la tranquilidad de la sierra.
Para aquellos que buscan una primera experiencia de montaña, esta ruta es la puerta de entrada perfecta. Sin grandes pendientes ni dificultades técnicas, el Cerro y la Dehesa de las Golondrinas nos permiten vivir una aventura accesible y memorable.