Las tetas de Viana son dos montañas gemelas que componen el punto más alto de la Alcarria en Guadalaja y que en 2006 fueron declaradas Monumento Natural. Su forma tan peculiar ha dado origen a su nombre. Tambien se las conoce como peñas Alcalatenas, peñas Alkalathem, peñas Alcalaten o peñas de Braña. Sobre las Tetas de Viana Camilo José Cela cuenta en su libro Viaje a la Alcarria “las dos únicas tetas que se me han resistido”.
Se trata de dos muelas de tierra caliza erosionadas por ramblas que surgen en su alrededor y por los ríos Tajo y de la Solana. Están constituidas por un cuerpo arcilloso común y dos cimas de roca caliza de entre 20 y 30 metros de espesor que las hace prácticamente inaccesibles debido a la verticalidad de su pared. Tan sólo la más meridional es accesible a través de unas escaleras de hierro que substituyó a unas antiguas de piedra que servía de acceso a la atalaya que en ella se levantaba.
Partiremos desde Trillo, población típicamente alcarreña, situada en la desembocadura del Cifuentes al Tajo. El Puente sobre el Tajo es seña de identidad y recipiente de historias que rodearon su tiempo y el del municipio, envuelto en batallas que requirieron su paso o su dominio. Trillo, cercado en aguas, tiene en sus puentes parte de su camino, más alejados el puente de Arriba o el puente Murel participan de su protagonismo.
Mas tarde visitaremos el pueblo de Viana de Mondejar, situado en la “Ruta de la Lana” que además de su peculiar situación, conserva los restos de un castillo que construyó en el siglo XV el señor del pueblo don Pedro Núñez de Prado. Queda en pie una curiosa y magnífica puerta de ingreso, de arco ojival prolongado hacia el interior en forma de bóveda apuntada.
La Iglesia parroquial dedicada a Nuestra Señora de la Zarza es obra de finales del siglo XII, de interés para el conocimiento del arte románico rural en La Alcarria.
Una ruta muy pintona y agradable para conocer un poco mas de esta comarca y deleitarnos con su historia y sus parajes.