Realizaremos una de las rutas más emblemáticas que nos descubren el valle del Paular. Es una ruta sencilla que transcurre rodeado de pinos, robles, sauces, avellanos y como colofón una cascada de más de 10 metros.
Partiremos desde el monasterio de Santa María del Paular para pasar por el famoso Puente del Perdón de principios del siglo XVIII, después nos adentraremos por un camino que nos sumerge por un robledal. A medida que avanzamos poco a poco ira tomando protagonismo el pino silvestre y junto al arroyo la típica vegetación de ribera como son los alisos, abedules, arces, fresnos…
Para llegar a la zona del Hueco de los Ángeles donde se encuentra la cascada pasaremos entre paredes verticales que forman un congosto de admirable belleza que nos pone sobre aviso de las magníficas vistas de las que podremos disfrutar más adelante al ver caer las aguas del arroyo de Aguilón entre sus rocas.
La vuelta la haremos por una alternativa para no repetir la totalidad del camino.